domingo, 17 de febrero de 2013

¿Cortar o no cortar? 3ª Parte: Los filósofos.

Qué decían Filón y Maimónides

No deja de sorprenderme que en un tema que debería ser exclusivamente médico, haya gente que siga tomando como referencia y citando como válidas hasta el día de hoy las conclusiones de dos filósofos que vivieron hace casi mil y dos mil años respectivamente. Es uno de los infinitos casos en los que la religión obnubila el juicio, ya que estoy seguro de que en cualquier otro caso no ligado a costumbres religiosas, esto sonaría imposible. Analicemos lo que cada uno tenía para decir sobre este asunto.

En Sobre las leyes particulares I, el filósofo judío Filón de Alejandría (20 a.C. - 50 d.C.) analizaba las leyes especiales, aquellas de menor importancia que los diez mandamientos, y comenzaba por aquella que "para la mayoría de la gente es objeto de burla": la circuncisión. Después de ensalzar la sabiduría de los egipcios y recurrir al poco científico (bueno, Filón no lo era, era filósofo) "por algo ellos lo hacen", enumera las que él consideraba que eran las seis razones fundamentales para realizar esta práctica [entre corchetes, mis comentarios]:
  1. Una es asegurarse para no contraer la grave y casi incurable enfermedad del prepucio llamada ántrax, nombre que se debe, según creo, al ardor de inflamación a que están más predispuestos los que conservan el prepucio. [En griego, ántrax significa carbón o brasa. En efecto, eliminar el prepucio disminuye el riesgo de ardorosas infecciones casi a cero. Hace dos mil o tres mil años, esto debe haber sido una gran ventaja.]
  2. La segunda es la limpieza de todo el cuerpo en vista de que ello es lo que corresponde al orden sagrado. Conforme con esto los sacerdotes egipcios, excediéndose en tal cuidado, se afeitan sus cuerpos. Es que tanto en los pelos como en el prepucio se acumulan y brotan sustancias de las que es preciso purificarse. [Si sacamos lo del "orden sagrado", es cierto que bajo el prepucio se pueden acumular gérmenes. Hoy en día, salvo en casos excepcionales, una buena higiene diaria lo soluciona.]
  3. La tercera es asimilar el miembro circuncidado al corazón. Como ambos están preparados para la generación; la fuerza espiritual interna del corazón, para la generación de pensamientos; el órgano genital, para la de seres vivientes; los primeros hombres consideraron que el elemento patente y visible, natural engendrador de los seres sensibles, debe ser asimilado al invisible y superior mediante el cual se constituyen las cosas aprehensibles por la inteligencia. [La teoría de que el corazón es la sede de la razón proviene del estoicismo. Más allá de eso, la idea de cortar el prepucio para que el pene se parezca al corazón, porque uno genera vida y el otro pensamientos, hoy suena totalmente ridícula y es una especie de magia simpática.]
  4. La cuarta razón, que es la de más peso, es la preparación para una gran fecundidad. Se dice, en efecto, que el semen fluye libremente, sin desparramarse ni derramarse entre los pliegues del prepucio. De donde resulta que las naciones que practican la circuncisión son, al parecer, las más prolíficas y populosas. [Si el prepucio se desprende correctamente del glande durante la erección y el acto sexual, el semen no tiene porqué "desparramarse ni derramarse" entre sus pliegues. Si esto no es así (una patología llamada fimosis), se lo puede desprender de forma quirúrgica o circuncidar definitivamente. De todas formas, difícilmente esto influya en la prolificidad de todo un pueblo.]
Estas son, pues, las razones llegadas a nuestros oídos, concebidas en tiempos remotos, por hombres divinamente inspirados, prolijos investigadores de las leyes de Moisés. Yo, por mi parte, considero que a lo dicho hay que agregar que la circuncisión es el símbolo de dos cosas fundamentales:
  1. (5). Una es la extirpación de los placeres, que ofuscan la inteligencia. En efecto, como entre los atractivos del placer a todos supera la unión sexual del hombre y la mujer, pareció bien a los legisladores el corte en el órgano que sirve para esa relación, simbolizando en la circuncisión la extirpación del placer excesivo y superfluo; y no de un placer solo, sino también de todos los otros, representados por el más violento de ellos. [Acá las fuentes son muy variadas; están los que dicen que la circuncisión no afecta el placer y los que dicen que sí. Pero la observación de Filón apunta a que este sería un buen motivo para hacerlo, una ventaja, y en esto estoy en desacuerdo con él. Eliminar o disminuir el placer sexual no es una buena razón para extirpar el prepucio.]
  2. (6). La otra es la necesidad que tiene el hombre de conocerse a sí mismo y de extirpar de su alma la grave enfermedad del orgullo. [...]" [Claro, cortemos el prepucio para no mirarnos el pene orgullosos. Y ya que está, la nariz y una oreja, ¿no?]

En su Guía de los perplejos, el filósofo, médico, rabino y teólogo judío Maimónides (1135-1204) da sus propias razones, que aquí reproduzco (la traducción no es necesariamente textual, a fin de sintetizar):
  • Así como la intención de la Ley es que el hombre sea gentil, dócil, responsable y obediente, el objetivo de la circuncisión es disminuir la actividad sexual y debilitar el órgano en cuestión, para reducir esta actividad y que el órgano reproductor esté lo más quieto posible y el hombre sea moderado. [Ídem punto 5 de Filón. Además, ¿quitar el prepucio para hacer más dócil al hombre disminuyendo su actividad sexual? Espero que esta explicación no se use en la actualidad...]
  • El dolor corporal producido a ese miembro es exactamente lo que se busca con la circuncisión. [¿sincericidio?] No se interrumpe ninguna función vital ni se destruye su poder de generación; sólo se contrarresta la lujuria excesiva. [Maimónides deduce luego que "el órgano necesariamente se debilita cuando pierde sangre y se lo priva de su cobertura desde el nacimiento." Esto es obviamente falso (el dolor y el sangrado no debilitan al pene, lo que está en discusión es si remover el prepucio disminuye el placer sexual) y como motivo es igual al punto anterior.]
  • Otro importante objetivo es que todos los miembros [claro que hombres, no mujeres] que comparten la misma fe lleven el mismo signo. Es imposible que un no judío sea circuncidado para decir que pertenece a este pueblo e infiltrarse, ya sea en busca de alguna ventaja o en un intento de producir algún ataque. Nadie debería circuncidarse, o a sus hijos, por otro motivo que no sea la fe. [Poner una marca en el cuerpo de las personas para identificarlas como pertenecientes a un pueblo o a una fe religiosa es barbárico, más aún si se trata de niños. Me parece que esto no amerita mucho debate.]
  • La circuncisión es también un símbolo del pacto de Abraham con Dios y la creencia en un único dios. [Ídem anterior.]
  • Esta ley sólo puede mantenerse y perpetuarse en toda su perfección cuando el niño es muy pequeño, y esto es por tres buenos motivos:
  1. Si se la pospone hasta que el niño crezca, quizás éste no quiera ser sometido a ella.
  2. El niño pequeño no sufre mucho dolor, ya que la piel es joven y la imaginación débil; los adultos temen lo que imaginan que esté por venir incluso antes de que suceda.
  3. Básicamente, dice que al ir creciendo el niño, los padres lo quieren cada vez más, por lo que si se espera serán ellos, por temor a que le pase algo o por no querer verlo sufrir, quienes no querrán circuncidarlo.
[En estos tres puntos Maimónides redondea su concepto de que la circuncisión es de enorme importancia como para dejarla al criterio de los padres o a la decisión de los niños una vez crecidos. Según él, había que hacerla cuanto antes para que nadie se arrepintiera, ninguna otra cosa importaba. La noción de libertad de elección, al parecer, no se le cruzaba por la cabeza.]
Es interesante observar que, de los motivos enumerados por Filón -un filósofo-, cuatro tienen cierta base médica (al menos para la medicina de la época) y los otros dos son puramente simbólicos, mientras que de los enumerados por Maimónides -que tenía formación médica y vivió mil años después-, casi todos sus argumentos se centraban en la importancia de identificar a los hebreos a fin de respetar el pacto de Abraham con su amigo imaginario y de que se hiciera lo antes posible más que nada para evitar que los niños o sus padres se hecharan atrás. Supongo que esta diferencia se debía a que él además era rabino. Una vez más, las religiones sólo sirven para perpetuar la ignorancia de quienes vivieron siglos atrás.

miércoles, 13 de febrero de 2013

¿Cortar o no cortar? 2ª Parte: Religiones, rituales y fiestas.

Seguimos con el dilema de la circuncisión.

Sobre los motivos, actuales y no tanto

¿Cortar o no cortar?
Ya en la actualidad, los posibles motivos para realizar la circuncisión, tanto a niños como a adultos, son varios: religión, tradición, identidad y salud. Hay quienes lo hacen por uno, varios o todos. Voy a intentar analizarlos en ese orden.

Religión

La religión siempre ha llevado a la gente a hacerles a los demás -y a veces a sí mismos- cosas realmente horrorosas (podemos citar innumerables guerras y casi todos los métodos medievales de tortura), de las cuales seguramente la circuncisión ritual infantil no es ni por asomo la peor. Claro que esto no es de ninguna manera un argumento suficiente para justificarla. Personalmente, me parece inaceptable la idea de cortarle cualquier cosa a un niño sólo porque uno cree en caprichosos dioses invisibles (ver el origen de la circuncisión en la entrada anterior sobre este tema). Por un lado, ¿cómo explicarán los padres esa mutilación si sus hijos deciden ser ateos? ¿Cómo se lo explicarán a sí mismos si ellos mismos deciden ser ateos? ¿Y si su religión demandara cortar el lóbulo de una oreja o la primer falange del dedo meñique? En cuanto a los musulmanes intentando parecerse a Mahoma, ¿y si éste hubiera nacido sin una mano? ¿Todos los varones deberían ser mancos?

En el judaísmo, la circuncisión no es estrictamente un requisito para que alguien sea considerado judío, pero casi todas las corrientes religiosas, desde las menos ortodoxas hasta las más fundamentalistas, coinciden en que es casi indispensable, tanto para los varones recién nacidos de madres judías, como para los goyim -no judíos- que quieran convertirse a esta religión (cabe aclarar que, tanto para bebés como para adultos, hay excepciones por motivos de salud). Según Génesis 17:10-14, de no realizarse podría haber serias consecuencias espirituales, como dejar de ser parte del "pueblo de Dios". Así que millones de familias circuncidan a sus hijos varones por creer que, de no hacerlo, éstos no serían considerados judíos, una creencia cuanto menos arcaica. Como diré varias veces, la religión, la cultura y la etnia no pueden ni deben ser impuestas a nadie, mucho menos con una mutilación.

Para que la religión judía la considere válida, debe hacerse de forma ritual y por un mohel, que es una persona religiosa especializada en esta práctica y que muchas veces además es rabino o incluso médico. Curiosamente, también pueden ser mujeres (mohelet), aunque no es tan habitual. El rito en sí tiene muy pequeñas diferencias según la corriente pero, en resumen, se dicen unos rezos, se hacen el corte y las curaciones y se dicen más rezos mientras el mohel comparte con los padres una copa de vino kosher, del cual es costumbre que se le den unas gotas al bebé, usualmente en el chupete. Se estipula que debe hacerse en el octavo día (esto tiene su origen en Levítico, donde dice que las criaturas vivas se encuentran muy débiles durante sus primeros siete días; "casi como si aún estuvieran en el útero materno", según Maimónides) aunque, como dijimos, se admite posponerla por motivos de salud del bebé.

Lo de los rezos, vaya y pase. No es para tanto. Y una o dos gotas de vino no le van a hacer nada ni siquiera a un bebé. El rito en sí tampoco implica una adherencia a ninguna Iglesia o institución judía, como sí sucede con el bautismo católico. Lo de los ocho días es obviamente un invento basado en las observaciones de personas que vivieron hace miles de años. Médicamente, la circuncisión se puede hacer en cualquier momento, dependiendo del peso y estado de salud general del bebé, aunque no se recomienda que sea antes de las 48 hs. Tampoco es recomendable -si se la va a hacer- esperar más de dos o tres meses, para que le resulte lo menos traumático posible.

Pero sin dudas, la parte más controversial de la circuncisión ritual judía (aparte de la circuncisión en sí misma, claro) es la succión. Sí, si no estaban al tanto, leyeron bien. Resulta que para prevenir infecciones, los médicos antiguos decidieron que había que succionar un poco de sangre de la herida ("hasta que fluya") y luego escupirla. Esto se denomina metzitzah b'peh y es mencionado en la Mishná, la primera redacción escrita de las tradiciones del judaísmo, que data del 220 d.C. Sin embargo, en la actualidad es casi un consenso entre los religiosos (excepto los más ortodoxos) que no hace falta realizar esta técnica con contacto directo entre la boca y el pene, ya que esto no forma parte del ritual original. Imagino que los muchos casos de contagio de herpes y otras enfermedades de la boca del mohel al torrente sanguíneo del infante les deben haber ayudado a llegar a esa conclusión. Es que además del inevitable pasaje de saliva de un adulto a un bebé prácticamente sin sistema inmune, la poca sangre que salga se puede limpiar de una forma un poco más acorde al siglo XXI: con gasas esterilizadas y alcohol. ¿O acaso vemos a los cirujanos en los quirófanos de los hospitales chupando las incisiones practicadas en sus pacientes? Imaginemos la situación. ¿Una herida cortante en el abdomen? Un enfermero que la limpie con su boca, por favor. ¿Un transplante de corazón? Cinco enfermeros chupando la herida. Si no se hace en una cirugía importante, ¿por qué debería hacerse en una mucho menor? La medicina ha avanzado bastante desde la Edad de Hierro, pero las religiones no.

Decíamos que ya no hace falta el contacto directo (aunque algunos fanáticos ultra ortodoxos lo siguen haciendo así) y esto es porque los religiosos son expertos en encontrarle la vuelta para seguir realizando lo que consideran sagrado. Así que, con el fin de no contradecir su religión y al mismo tiempo no poner en riesgo la vida de los niños, los mohelim recurren ahora a dispositivos de avanzada: se usa un tubo de vidrio o de plástico esterilizado, como el de una jeringa descartable, que se coloca con un extremo en la punta del pene recién circuncidado y por el otro se hace una succión muy corta. Como para cumplir con el de arriba, nomás, ya que difícilmente esto sirva para algo. Otra opción, al menos en Nueva York, será obtener el consentimiento escrito de los padres.

En el islam no existe un circuncidador experto o mohel, así que quiero suponer que generalmente se recurre a médicos. En teoría, ni siquiera hace falta que sea musulmán. Tampoco hay una edad fija a la que haya que realizarla y la tradición dice que debe hacerse durante la infancia, antes de los doce años, pero cada vez más padres lo hacen a los pocos días de nacido. 

Celebrando el Brit Milá
En ambas culturas -islam y judaísmo- hay una tendencia a hacer la circuncisión en hospitales o clínicas especializadas. En algunos casos se deja completamente de lado el ritual y en otros se busca un término medio, permitiendo los rezos pero dejando la circuncisión propiamente dicha en manos de doctores. A pesar de esto, todavía es muy habitual que se haga en la mezquita, la sinagoga, la casa de algún familiar o incluso en un salón de fiestas o un club. En el islam, puede incluso llegar a ser pública. En todos estos casos, no sólo las condiciones de esterilidad dejan mucho que desear, sino que además no hay a dónde recurrir en caso de alguna emergencia (como que al circuncidador le tiemble el pulso o que justo estornude en el momento menos indicado, ¡ouch!). Lógicamente, aunque el mohel sea médico, los instrumentos sean esterilizados, la zona sea desinfectada y se aplique anestesia local, estas precauciones obvias por sí solas difícilmente constituyan condiciones adecuadas para algo que al fin y al cabo es una intervención quirúrgica. Es más, ya sea que se le practique a niños de 12 años o a recién nacidos, es común que después de la operación (que, como dijimos, sólo dura unos minutos) haya un festejo con comida y música y brindis, y todos los parientes comiendo, charlando y respirando alrededor del bebé recién operado. Inevitablemente, muchos se acercarán también a saludarlo y besuquearlo. Y sólo tiene 8 días de vida.

Estos rituales y costumbres pueden parecer terribles, y quizás lo sean, pero antes de escandalizarse demasiado, imaginen (o busquen en internet) cómo se hace la circuncisión en las culturas aborígenes, tanto de África como de Asia y Australia. Esas condiciones son directamente infrahumanas.

Por eso, mi opinión sigue siendo que los motivos y formas religiosas de hacer las cosas, en especial una cirugía, tienen que ser dejados en el pasado. Sólo allí deben pertenecer los rituales místicos, los pases mágicos, los rezos y las tradiciones potencialmente dañinas. Y hablando de tradiciones, a ellas dedicaremos parte del próximo post sobre este tema.

jueves, 7 de febrero de 2013

¿Cortar o no cortar? El dilema de la circuncisión. 1ª parte: Sobre su antigüedad y origen.

Y bueno, alguna vez teníamos que agarrar el tema, así que, manos a la obra. Creo que va a ser un poco largo, pero si se estira mucho en algún lado lo cortamos ;)

Qué es

Para los que no estén al tanto, la circuncisión es la eliminación quirúrgica del prepucio del pene. Hay bastante controversia en cuanto a la utilidad de esta práctica, que se realiza en casi todo el mundo desde hace milenios. La verdad es que es una cirugía bastante sencilla, sólo lleva unos 15 a 30 minutos y, de no mediar ninguna complicación, los cuidados post operatorios consisten simplemente en cambiar unas gasas diariamente durante 5 a 8 días, aplicando un poco de talco cicatrizante y antimicrobiano, tipo Farm-X o Butimerin. Puede hacerse de diversas formas, a cualquier edad, por distintos motivos y su origen es bastante incierto.

Sobre su antigüedad y quienes la practican

Como decíamos, su verdadero origen no está del todo claro, pero los documentos más antiguos al respecto provienen -oh, sorpresa- del antiguo Egipto, de dibujos y bajorelieves encontrados en tumbas que datan del 2340 a.C. Como vemos, a pesar de que la creencia popular sea que la circuncisión es un invento judío, ésta parece ser bastante anterior (si bien no hay forma de datar con precisión los acontecimientos descriptos en el Génesis, de los que hablaremos más abajo, parece improbable que sean más antiguos que el 1500 a.C.).

Más adelante, cerca del 440 a.C., Heródoto escribiría en el segundo libro de sus Historias: "[...] y mientras que otros hombres, salvo aquellos que hayan aprendido de los egipcios, tienen sus miembros tal como la naturaleza los hizo, los egipcios practican la circuncisión [...]".

Por lo que pude encontrar en una búsqueda rápida, los historiadores parecen estar todos muy convencidos de cosas muy distintas en cuanto a las causas por las que los egipcios la realizaban en aquel entonces.
  • Unos especulan que podrían haber sido principalmente místicas, desde un sacrificio religioso, un rito de paso, un intento de asegurar virilidad y fertilidad o incluso alguna forma de magia simpática al asimilar la forma del pene a la del corazón (?), mientras que otros sugieren que se inventó por motivos higiénicos, para los casos en los que la gente no podía bañarse -o al menos limpiarse adecuadamente la zona en cuestión- todos los días. 
  • Unos dicen que lo que se buscaba era aumentar el placer sexual, a pesar de que filósofos como Filón y Maimónides mencionaban que una de sus ventajas era evitar el placer excesivo
  • También hay quienes creen que era una forma de marcar físicamente a los ciudadanos de clases altas, pero otros dicen que servía para humillar a esclavos y enemigos vencidos. 
Así que, como vemos, es difícil estar seguros de porqué lo hacían y todo depende al autor que leamos. Lo que sí se sabe es que la práctica se fue expandiendo hacia las naciones vecinas, principalmente semitas, y luego al resto del mundo (claro que también es muy posible que otros pueblos la hayan descubierto por cuenta propia). Sin embargo, lo que más contribuyó a la difusión de la circuncisión no fue su uso durante el reinado del faraón Teti, de la Sexta Dinastía de Egipto, sino los desvaríos de un viejo que escuchaba voces cuando caminaba por el desierto mesopotámico, y que sería el fundador de las tres religiones más importantes del mundo.

La historia de Abraham es relatada en varios capítulos del Génesis, el primero de los libros que componen la Torá y el Antiguo Testamento, aunque como no hay otro registro histórico donde se lo mencione, es casi imposible asegurar que realmente haya existido. En el Capítulo 17, se cuenta que este buen hombre charlaba un día con su amigo imaginario (aparentemente, Aby tenía por aquel entonces 99 años, así que supongo que se le puede perdonar que lo hiciera) y éste le propuso un pacto, por el cual le daría juventud, belleza, muchos hijos y tierra para él, su descendencia y todo su pueblo, que lo seguiría a donde fuera y serían felices comiendo perdices (sí, las perdices son kosher). La letra chica del contrato decía, entre otras cosas, que todos los que aceptaran este pacto -y por él formar parte del que a partir de entonces se conocería como el pueblo de Israel- deberían estar circuncidados. Así que ese es el origen mitológico de la circuncisión como ritual judío: un dios todopoderoso eligió a un pueblo como "suyo" (si es todopoderoso, qué necesidad había de hacer esa elección) y no se le ocurrió mejor forma de marcar a su gente que obligar a los varones a cortarse el prepucio.

Para el cristianismo y el islam, el origen de la circuncisión es el mismo, ya que las tres religiones tienen un origen común. Sin embargo, mientras que hoy en día el cristianismo se mantiene más bien neutral al respecto, sin considerarla un requisito ni tampoco prohibirla(*), los musulmanes sí siguieron a los judíos en la casi obligatoriedad de ese ritual. Para ellos, la circuncisión es una cuestión de limpieza e identidad cultural, a la vez que es una forma de acercarse a su profeta, Mahoma, de quien se dice que nació sin el prepucio. Esta práctica no se menciona en el Corán (aunque sí en las hadices) ni es -teóricamente- una obligación, pero sí se la considera una importante tradición y casi todos los varones musulmanes están circuncidados.

Algunas culturas aborígenes africanas y australianas también practican la circuncisión como parte de sus rituales.


(*) Sin embargo, en la Bula de Unión con los Coptos, de 1442, el Papa Eugenio IV declara que la Santa Iglesia Romana ordena a todos los cristianos "no practicar la circuncisión antes o después del bautismo, ya que pongan o no su fe en ella, no puede ser observada sin la pérdida de la salvación eterna." Las Bulas Papales aparentemente no se anulan (**), sino que en general simplemente pierden su vigencia con el paso del tiempo. Millones de cristianos son circuncidados, así como los cristianos coptos y los miembros de la Iglesia Ortodoxa Etíope, y creo que hoy ya nadie dice que por eso no vayan a ir al Cielo.

(**) Bueno sería que algún Papa saliera a aclarar que algunas de las barbaridades que escribieron sus antecesores ya no tienen valor de ley, como para evitar confusiones, ¿no?

miércoles, 23 de enero de 2013

Moralidad, de Stephen King

"No estoy afirmando haber vivido sin pecado. En absoluto. Aquellos que puedan decir (y supongo que existen unos cuantos) que nunca han pecado de acción ni de palabra, rara vez dicen que nunca han pecado de pensamiento, ¿cierto? La Iglesia cubre todas las fisuras. Nosotros ofrecemos el cielo y luego hacemos a la gente comprender que no existe esperanza de alcanzarlo sin nuestra ayuda... Porque nadie está libre de pecado. Y el pecado se paga con la muerte."
Reverendo George Winston - "Moralidad", de Stephen King

"Moralidad" es un cuento corto en el que King explora, una vez más, el concepto de pecado y sus consecuencias sobre el comportamiento de las personas. El reverendo Winston, parcialmente paralizado, decide que no puede morir sin pecar al menos una vez. Haber pecado "de pensamiento" no le alcanza, necesita algo un poco más fuerte, algo que realmente le haga sentir que ha cometido una falta grave. Como su situación física no se lo permite, decide contratar a su fisioterapeuta para que lo haga por él.  

***Alerta de Spoilers*** Winston le encarga que golpee a algún niño con suficiente fuerza para que éste sangre. Los detalles los deja a su criterio, pero él debe ver el acto en video y quedar satisfecho. Según el reverendo, el pecado cometido sería doble para él, ya que fue quien lo encargó. La enfermera y su marido no son creyentes, por lo que las consecuencias para sus "almas inmortales" no les preocupan, pero sí pasan días debatiéndose entre lo inmoral del pedido del sacerdote y el hecho de que su oferta les ayudaría a salir de su difícil situación económica.

La historia trata de cómo ella y su marido deciden si aceptar o no semejante tarea y cómo cambian sus vidas luego del hecho (sí, 200.000 dólares influyen bastante en su decisión).


sábado, 19 de enero de 2013

Con un ala y una plegaria

On a wing and a prayer es una frase popular en inglés que se puede traducir como "sobre un ala y una plegaria". Aparentemente, tiene su origen en una película de 1942 que trata sobre un grupo (real) de pilotos voluntarios llamado los Flying Tigers (Los Tigres Voladores) que peleó contra los japoneses antes de la Segunda Guerra mundial. En un momento dado, John Wayne -protagonista de casi todas las películas de esa época- pregunta a alguien si hay noticias sobre un avión, a lo que le contestan: "Sí, señor. Fue atacado por los japoneses. Viene volando sólo con un ala y una plegaria." 

Al año siguiente, los escritores de canciones patrióticas Harold Adamson y Jimmy McHugh usaron esa frase para una nueva canción, "Coming in on a Wing and a Prayer", que habla de un avión de guerra dañado tratando de volver a su base. La canción se popularizó y no pasó un año para que Hollywood decidiera sacar provecho de aquella frase -y la canción- para darle título y argumento a una nueva película. A esta no la protagonizó Wayne, sino Don Ameche (uno de los viejitos de Cocoon), y se desarrolla en el comienzo de la Segunda Guerra, poco después del ataque a Pearl Harbor.. 

Hoy en día, la frase se usa habitualmente para indicar una condición desesperada, aunque no involucre aviones, e incluso en situaciones mucho más cotidianas o mundanas: "No pude estudiar para el examen, voy con un ala y una plegaria." También originó la expresión Winging it, imposible de traducir de forma literal, que se refiere a hacer algo de forma improvisada o sin mucha preparación.

Los dejo con una canción un poco más moderna -pero no tanto-, que hace uso de esa famosa frase en otro contexto (si no veían esta serie cuando eran chicos, lo lamento por ustedes):


jueves, 17 de enero de 2013

Benny y los ateos



Benny, el emperador
Ah, cómo me divierte analizar las palabras de Benny… Resulta que ahora los ateos en realidad no lo somos tanto, sino que sólo nos decimos ateos por ¿gusto?, ¿locura?, ¿ganas de molestar católicos? No sé, pero se equivoca mal (es una expresión local que significa que se equivoca mucho). En fin, veamos.

Benedicto dice que todos los seres humanos tenemos el deseo de conocer a Dios. Con esto se refiere a su dios, el de Benedicto, claro. Ahora, ¿tiene él mismo deseos de conocer a los dioses de otras religiones? La cuestión tiene relevancia porque así es justamente como se siente un ateo: sin el menor deseo de conocer a los dioses de otras personas. Sus creencias no nos incumben ni nos interesan, hasta que interfieren con nuestra vida, nuestra intimidad o nuestros derechos, al menos.

Entonces, ¿deseará Benny conocer a los dioses olímpicos, a los hindúes, a los africanos, romanos, egipcios, chinos, americanos y tantos etcéteras? No creo. Creo que la sola idea de que pueda haber otros dioses le es totalmente ajena. Y, la verdad, ni siquiera estoy convencido de que él mismo sea tan creyente, pero bueno.

Yo no ardo en deseos de conocer a Dios ni de "ver su rostro". Todo lo contrario. Como dije otras veces, por supuesto que extraño a los que ya no están y me gustaría volver a verlos, saber que están bien, etc, etc, pero esa es una fantasía infantil y ya somos adultos. Dios no existe, Papá Noel tampoco y no hay nada después de la muerte. Pretender lo contrario es sólo una reacción debida a nuestro miedo a aceptar nuestra propia mortalidad, así como la de nuestros seres queridos. También, claro, es un miedo a hacer quedar a quienes nos transmitieron la religión como ignorantes o crédulos y eso es mucha carga para cualquiera. Además, es admitir que tantos años hemos creído algo erróneo, así que nosotros también quedaríamos como tontos. Pero creer algo erróneo no nos transforma en tontos, el no querer admitir la posibilidad de estar equivocados, posiblemente sí. Volviendo a lo de conocer a Dios, si bien no creo que exista, en caso de que así fuera, la verdad es que no me encantaría conocerlo. Los motivos sobran.
 
El posible rostro de Jesús, junto al no tan posible
Siguiendo con el discurso de Benny, se la pasa hablando del amor al prójimo cuando la que él preside es una de las instituciones que más ha contribuido a lo largo de los siglos a dividir a las personas en todo el mundo. Habla de seguir a Cristo, pero no lo vemos caminando en sandalias como su supuesto mesías. Sentado en su trono con su cetro, su mitra y sus trajes -todo hecho con oro- muestran una opulencia muy contraria a las prédicas de Jesús. Habla de ver su rostro "en el pobre, en el débil y en el que sufre", cuando a la Iglesia poco le importa el progreso necesario para que deje de haber pobreza y sufrimiento, sino que pregona la reproducción masiva y descontrolada -que aumenta la pobreza- y está generalmente en contra de cualquier avance científico que no pueda explicar, que contradiga sus Escrituras o que signifique que la humanidad tenga algo que agradecer a alguien que no sea Dios. Dicho sea de paso, la posible fisonomía de Jesús (Jesús es Dios, Dios es Jesús, eso siempre me confunde) es muy distinta según a quién le preguntemos. Difícilmente haya tenido tez blanca y ojos azules como en las películas, series de TV e imágenes que vemos habitualmente. 
 
Sin embargo, para Benny & friends es suficiente comer un pedazo de pan y vino para, luego de unos pases mágicos, convertirlos en el ¿cuerpo? de Cristo y así, después de ¿comerlo? conocer su rostro. Suena lógico, ¿no? No, no es una secta de caníbales ni un grupo de locos escapados de un manicomio, es la Iglesia más grande del mundo...

Mañana seguimos, a la misma hora y en el mismo canal.

miércoles, 16 de enero de 2013

Dios es un mal padre y un pésimo modelo a seguir

"Si Dios es nuestro padre, no es uno muy bueno que digamos. Los buenos padres no permiten que sus hijos hagan daño a los demás. Las buenas personas no se quedan mirando mientras se cometen actos horribles contra hombres, mujeres y niños inocentes. Las buenas personas no condonan la violencia y el abuso. ¿"Él nos ha dado el libre albedrío", dices? Nuestros hijos también lo tienen, pero nosotros no los dejamos hacer lo que quieran, sino que intervenimos y los guiamos."
Tomado de un artículo escrito por la autora del blog Kids Without Religion.

viernes, 11 de enero de 2013

¿Cable azul o cable rojo? ¿Qué haría MacGyver?

¿Cuál cortar?
Hace poco me reencontré con la película Juggernaut, un thriller setentoso que posiblemente haya sido una de las primeras películas en las que se presenta el dilema que da título a este artículo. Para resumir, un loco pone varias bombas en un enorme barco de pasajeros y pide dinero a cambio de no detonarlas. Los buenos, como no iban a ceder a sus demandas, envían volando a un experto en desactivar explosivos, encarnado por un joven Richard "Dumbledore" Harris, mientras buscan al delincuente por tierra. ***¡Alerta de Spoilers!*** Al final resulta que lo encuentran y le piden que ayude a los del escuadrón antibombas cuando en el barco quedaban dos explosivos, uno en cada extremo del mismo. Harris recluta a un ayudante y van uno a ocuparse de cada aparato. Cuando después de varios pasos logran abrir las bombas, todo se reduce al desde entonces típico blue wire or red wire (o sus otras versiones en verde o amarillo, pero siempre contrastando con el rojo; recuerdo también alguna variación en la que el dilema era entre azul y negro y no se los distinguía bien). El terrorista transpira un poco y grita que corten el cable azul, pero Harris no confía en él y decide cortar el rojo, lo cual termina salvando el día. Hasta ahí todo bien, mucho suspenso y al final, "¡Puff, nos salvamos!". El problema es que Harris no le avisó lo que iba a hacer a su compañero, que iba siguiendo sus pasos por micrófono y auricular en la otra punta del barco. Si Harris se equivocaba y cortando el rojo volaba por los aires, su colega pensaría que había obedecido y cortado el azul, así que él también cortaría el rojo y también explotaría todo. El gran experto en bombas debería haber avisado que iba a cortar el rojo -recordemos, en contra de las indicaciones de quien armó las bombas-, de manera que si la estrategia le fallaba al menos se aseguraba de que la otra bomba sería desactivada.

MacGyver y una bomba un tanto estrambótica
No sé si algún crítico notó este error en aquella época, pero unos 12 años después, MacGyver se ocupó de corregirlo. Era típico en la serie tomar "prestados" argumentos y hasta escenas de algunas películas (como Marabunta o La Estafa Maestra) y adaptarlas para darle forma a una nueva aventura de nuestro héroe. En el episodio 14 de la primer temporada de la serie, titulado "La cuenta regresiva", la historia es la misma que en Juggernaut: el barco, las bombas, el terrorista, el experto que llega en helicóptero, etc. La diferencia: Mac pierde el bolso con las herramientas para desactivar explosivos y debe arreglárselas con su cerebro, cualquier cosa que tenga a mano y, como siempre, su cortaplumas suizo. La bomba era mucho menor realista que la de la película, con desafíos que parecían especialmente pensados para MacGyver. Éste zafa tirando bastante de la cuerda de lo creíble, pero así era habitualmente. Al fin y al cabo, era una serie casi para chicos. Al encontrarse él también con el consabido dilema, Mac también decide desobedecer al criminal y cortar el otro cable, sólo que él sí le avisa lo que iba a hacer a su improvisada ayudante (en este caso la capitana del barco, mucho más linda que Omar Sharif; sí, con Mac casi siempre eran mujeres) para que estuviera prevenida.

Al final, siempre podemos contar con Mac!

martes, 1 de enero de 2013

Qué son los Chemtrails

Todos hemos alzado la vista al cielo alguna vez para ver esas largas "nubes" lineales que algunas veces dejan a su paso los aviones. 

Qué son.

Se trata en realidad de estelas de condensación, que no son más que vapor de agua liberado por el escape de los motores de los aviones, aunque también se pueden formar a partir de los cambios en la presión del aire en las puntas de sus alas. Incluso a veces se pueden se pueden observar los dos fenómenos al mismo tiempo: una estela por cada turbina y otras dos correspondientes a las alas.
 
Este fenómeno físico dio origen a una famosa teoría conspiranoica: los chemtrails

Origen del nombre.

En inglés, estela de condensación es condensation trail o, abreviadamente, contrail. Como para los conspiracionistas no se trata de la condensación de vapor de agua, sino de productos químicos arrojados sobre la población como parte de algún plan maléfico, la llaman estela química, que sería chemical trail, o chemtrail.

Los conspiranoicos se agarran de múltiples supuestas evidencias para respaldar esta teoría.
 
Por qué unas duran más tiempo que otras.

Dos P-38 Lightning con sus estelas de vapor
Una de las causas de alarma para quienes creen en esta teoría es la duración de estas formaciones, ya que insisten en que cada vez permanecen en el cielo por más tiempo. La duración de estas nubes artificiales depende de la temperatura y humedad que haya en el aire a la altura a la que se forman. A menor temperatura (y/o mayor altitud) y mayor humedad, más fácilmente se formará la estela y también durará más tiempo antes de disiparse, por lo que se la verá como una línea muy larga por detrás del avión. Con temperaturas no tan bajas, escasa altitud o poca humedad, la estela quizás no llegue  a formarse y si lo hace desaparecerá más rápido, por lo que la línea detrás del avión será más corta. Así de simple. Nada raro por aquí.

Cuánto hace que existen.

El otro argumento habitual es que estas estelas son algo nuevo, que los aviones "de antes" no hacían eso. Esto es falso. Las estelas existen desde que existen los aviones con motor, ya que todos los motores -incluso los de los aviones más antiguos- producen como residuos dióxido de carbono y agua. Así que, si los aviones de hace varias décadas también producían agua, ¿porqué no producían estelas? Resulta que sí las producían, sólo que como volaban más bajo que los aviones actuales, éstas eran un poco menos frecuentes. Por otro lado, la cantidad de aviones en el mundo crece exponencialmente, lo cual explica por qué se ven cada vez más estelas.

(Por si cabía alguna duda, aquí hay un artículo al respecto publicado en la revista Popular Science, de marzo de 1943.)

sábado, 29 de diciembre de 2012

¿A quién representa Benny?

Benny XVI
En un artículo reciente leíamos que "el Papa Benedicto XVI reveló que el Vaticano estaba listo para forzar (¿formar, quizás?) alianzas con otras religiones en contra del matrimonio homosexual y afirmó que la familia está amenazada “en sus cimientos” por intentos por cambiar su “verdadera estructura”."

Sin detenernos mucho en las diatribas homofóbicas habituales de Benny, más abajo el autor agregaba: "El Sumo Pontífice, de 85 años y líder de 1.200 millones de católicos en el mundo [...]"

¿Es Benedicto XVI el líder de 1200 millones de personas? Semejante idea sólo me produce escalofríos. En realidad, esa cifra (si la sacaron de Wikipedia, se refiere al año 2010) se obtiene del número total de bautizados en el mundo:
"La Iglesia Católica cuenta como católicos a todos los bautizados en la Iglesia (o admitidos a la misma si lo piden y habían sido antes bautizados en otros grupos cristianos) con sus derechos y deberes, y que no hayan hecho acto formal de defección de ella. Para la Iglesia Católica quien no practica como católico sigue formando parte de ella. Pero celebrar otros sacramentos no es lo que les hace católicos, sino el bautismo."
Es decir, no se tiene en cuenta que el bautismo se hace cuando las personas son bebés, sin preguntarles si quieren ser católicos o no. Se incluye a gran cantidad de adultos que no se consideran católicos, ni se sienten representados por esa Iglesia, y consideran al Papa un vegestorio retrógrado y autoritario a quien mucho no le interesan los derechos humanos. También entran en esas cifras todos los católicos bautizados para quienes el catolicismo consiste tan solo en decir "soy católico", sin mucho más compromiso. Incluso los excomulgados siguen siendo contados como católicos. 

¿Cuántos de esos 1.200 millones de personas realmente creen? ¿Cuántos de ellos, además, se sienten plenamente representados por el Vaticano y la Iglesia Católica y reconocen a Joseph Aloisius Ratzinger como su líder (espiritual, supongo)?

viernes, 28 de diciembre de 2012

Manochantas, "visiones" y peregrinaciones

Ignacio Peries y sus manos "milagrosas"


Hace un tiempo escribía sobre nuestro manochanta local, el Padre Ignacio Peries, que con su extraño acento y sus ya famosas imposiciones de manos cautiva a los fieles. Pero Peries no es el único autoproclamado sanador.





Santuario de la Virgen del Cerro, Salta
En Salta, una mujer llamada María Livia Galliano de Obeid dijo en 1990 haber visto a la Virgen María, que le pidió que le construya un santuario. Así lo hizo y desde entonces la Virgen del Cerro atrae a miles de creyentes cada año. Al igual que el Padre Ignacio, Galliano asegura curar con el solo toque de sus manos, y las personas hacen largas colas para tener la oportunidad. Este evento es organizado y filmado por su esposo. La ceremonia incluye una peregrinación hasta la cima del cerro, colas para acercarse a la sanadora, el toque mágico de sus manos sobre los enfermos, y los ayudantes que sostienen a las personas que caen desmayadas.

(Como la Iglesia se pone nerviosa cuando aparecen milagros fuera de su ámbito de control, tanto Peries como Galliano evitan hablar de imposición de manos o llamarse a sí mismos "sanadores" y prefieren usar palabras como interseciones, canalizaciones, intermediaciones, etc.. Sin embargo, lo que hacen es imposición de manos y todo el mundo los llama sanadores.)

La Virgen de San Nicolás
En San Nicolás, la historia de Gladys Motta es muy similar a la de Galliano. Sospechosamente similar, diría si fuera mal pensado. Sí, está bien, soy mal pensado. Motta empezó a tener sus visiones en 1983, 7 años antes. También hizo hacer un santuario y la peregrinación junto a la estatua de la Virgen María ya es directamente masiva. Cientos de miles de personas caminan, pedalean o van en colectivos esperando pedir (a María, a la estatua, a Dios, a Jesús, o a todos juntos) por trabajo, salud, dinero, amor o lo que sea. En este caso no hay personaje sanador, pero sí un santuario enorme construido gracias a las "visiones" de una mujer, una ciudad que ganó en turismo lo que nunca antes y la Iglesia Católica, contenta. En fin, más de lo mismo. 

La culpa es de las mujeres.

Sacerdotes, curas, obispos, papas, rabinos, imanes, y tantos otros líderes o representantes religiosos que parecen salidos del Pleistoceno, salen a decirles a los demás cómo deben vivir sus vidas y decretar si lo que hacen está bien o mal, cuando carecen de los conocimientos y la autoridad moral necesaria para empezar a opinar. Lo lamento por aquellos que los siguen, pero realmente cansa que se quieran meter en la vida de quienes no tienen nada que ver con ellos ni con sus religiones. Si hiciera un post por cada religioso que sale a decir idioteces, tendría que pasarme todos los días escribiendo y seguramente tendría blog para rato. Algunos, sin embargo, valen la pena más que otros por la discriminación, el odio y la violencia que sus dichos generan o justifican, o simplemente por lo ignorantes. O por todo lo anterior.

El mejor amigo de las mujeres.
Tal es el caso del párroco italiano Piero Corsi, para quien la violencia contra las mujeres se debe a que éstas usan ropas provocadoras, son "arrogantes y se creen autosuficientes", y descuidan el orden y la higiene del hogar. Ah, y en lugar de pasarse el día cocinando para sus maridos, compran comida rápida. La creencia popular de que la violencia es culpa de quien la ejerce, en este caso el hombre, es culpa de "una prensa fanática y desviada". Lo mismo dice respecto los abusos sexuales y la infidelidad. Todo es culpa de las mujeres. Estas opiniones se leen en un cartel que el buen hombre colgó en la puerta de su iglesia. 

¿Qué pasaría si los gobiernos estuvieran de acuerdo con estos criterios? No hace falta imaginar mucho: viviríamos como en los países donde las religiones mandan, en los que las mujeres no pueden salir a la calle sin cubrirse de pies a cabeza, ni manejar vehículos, ni viajar sin autorización de sus maridos, ni acceder a educación universitaria, y si son sospechadas de adúlteras, reciben penas de cárcel o muerte.

A los pocos días de publicarse sus declaraciones, don Corsi tuvo que renunciar a su cargo, algo bastante raro entre los sacerdotes que cometen estos sincericidios. Según dijo, el remordimiento no lo dejaba dormir, pero supongo que en poco tiempo lo veremos a cargo de algún otro ministerio.

martes, 18 de diciembre de 2012

Una muy atea Navidad

Se acercan los últimos días de diciembre y con ellos las fiestas. Pensando qué escribir al respecto, me crucé con un texto de Elisabeth Cornwell titulado "A very atheist Christmas". Me gustó mucho, así que lo traduje y le hice unas cuantas modificaciones propias. Mi versión adaptada quedó así:

A veces, quienes saben que soy ateo me preguntan qué hago durante la Navidad (o durante Januka, que es por las mismas fechas), ya que existe el prejuicio de que los ateos no las festejamos. Para su sorpresa, les cuento que elijo esa fecha para reunirme con amigos y familia y celebrar casi de la misma forma que cristianos y judíos en todo el mundo. 

Muchos ateos crecieron en familias religiosas, algunas más observantes que otras, en las que se celebraban esas y otras festividades. En mi caso no fue así, ya que la religión nunca formó parte de la celebración, pero la fecha siempre fue una excusa tan buena como cualquier otra para reunirse y festejar. A veces era porque para fin de año algunos parientes no iban a poder estar porque se iban de vacaciones, así que éramos incluso más numerosos en Navidad que en Año Nuevo. Todos los que de una forma u otra nos reuníamos a festejar tenemos recuerdos de nuestra infancia en las casas de abuelos, tíos o en salones de fiestas, con cenas familiares, parientes brindando, comiendo postres, contando anécdotas o chistes y saliendo a mirar fuegos artificiales al patio, la terraza o la calle, y estas celebraciones evocan esos recuerdos tan felices.
 
Si bien algunos ateos nos quejamos cuando las religiones intentan atravesar el muro de la separación entre iglesia y estado, no todos somos de salir a patear a Papá Noel en el traste, quemar arbolitos o esconder el pan dulce. Seguro que hay ateos que tiemblan ante la posibilidad de festejar Navidad y que están en contra de que estas festividades se sigan celebrando, pero yo no comparto esas opiniones. Me gustan las reuniones familiares y me parece perfecto que a tantas personas les guste juntarse a celebrar, porque ese es el significado moderno de la Navidad: la reunión familiar. Por otro lado, históricamente, la mayor oposición a los festejos religiosos y sus símbolos no provino de los ateos sino de las religiones rivales.
 
No sé si en Argentina es muy común hacer toda la parodia del tío disfrazado de Papá Noel, los regalos abajo del árbol y mucho menos ponerse a cantar villancicos. Pero tampoco me parece mal festejar, cantar canciones navideñas, hacer regalos y reirse de cómo le queda el desfraz al designado para sacrificarse y transpirar con la barba postiza. Yo no haría nada de eso por una cuestión de fobia escénica, pero al que le guste, adelante.
 
Celebrar (cualquier cosa) es una parte natural de las culturas humanas. El cristianismo simplemente se apropió de celebraciones locales anteriores para adaptarlas a sus propias y peculiares creencias. La Navidad sólo es "cristiana" porque las antiguas celebraciones paganas invernales fueron incorporadas por la Iglesia para captar más fieles. De ahí que sea costumbre comer comidas y postres tan calóricos (más acordes con el invierno), que Papá Noel esté tan abrigado y ande en un trineo tirado por renos.
 
El arbolito de Navidad, que pasó a formar parte de la tradición inglesa y norteamericana a través de la influencia alemana, es un componente relativamente reciente de la festividad. Los ingleses tomaron la tradición alemana del árbol de Navidad en la época Victoriana bajo la influencia del príncipe Alberto. Los estadounidenses, por otro lado, fueron más probablemente influenciados por los prusianos durante la Revolución Americana así como los muchos inmigrantes alemanes que llegaron a la incipiente nación. Pero los siempreverdes (plantas que no pierden su follaje en el invierno) han sido parte de las celebraciones humanas al menos desde la época del antiguo Egipto, donde -al no haber árboles perennifolios- se usaban hojas de palmeras como símbolo del triunfo de la vida sobre la muerte. En la Gran Bretaña pre cristiana, los druidas usaban siempreverdes, acebo y muérdago como símbolo de la vida eterna en sus rituales y también los ponían del lado de afuera de sus puertas para simbolizar la llegada de la primavera. Los cristianos adoptaron este simbolismo a tal punto, que usan hojas de palma u olivo para celebrar el triunfo de la resurrección de Cristo y, al año siguiente, usan las cenizas de esas mismas hojas para hacer la marca de la cruz en la frente de los católicos de todo el mundo al inicio de la Cuaresma.

Las celebraciones han sido parte de la cultura humana desde mucho antes de que adorásemos a un dios monoteista. Es una parte arraigada de nuestra naturaleza social. Comer juntos mientras se cuentan historias de ancestros, cacerías, batallas y viajes fue parte de la vida cotidiana para las tribus y pueblos a lo largo de toda la historia humana. La música también tiene su rol en la experiencia humana universal: cantar, tocar tambores y bailar fue siempre parte de las celebraciones. Las largas y oscuras noches invernales seguramente eran más llevaderas con el calor de un fuego y el sonido de las voces alzándose en cantos. La adoración religiosa no tiene nada que ver con nuestro amor por la música, que también es parte íntima del caracter social del ser humano y nos induce a la unión y la camaradería. Ninguna única cultura y especialmente ninguna única religión es dueña de la celebración. Ésta es parte de nuestra humanidad.

La familia y los amigos son lo que hace a las fiestas, especialmente en países donde los habitantes venimos de todos los rincones del mundo, donde las culturas se mezclan y las tradiciones fluyen. El hecho de no creer en Dios, Papá Noel, los duendes y las hadas, no significa no creer en el amor familiar. No creer en cosas absurdas no significa dejar de disfrutar de las celebraciones. Así que, amigos religiosos y ateos, ¡que pasen todos una feliz Navidad y/o un feliz Januka!

 
Para leer más sobre la Navidad y sus orígenes, podés visitar el blog Proyecto Sandía:

lunes, 17 de diciembre de 2012

Conclusiones estúpidas y propuestas retrógradas

El 14 de diciembre volvió a ocurrir una tragedia que lamentablemente ya es casi habitual en EEUU: alguien agarró un arma (tres, en realidad) y salió a matar gente. Sólo que esta vez fue en una escuela primaria y, hasta donde supe, murieron 20 chicos de entre 5 y 10 años. 

Adam Lanza, de 20 años, mató primero a su madre, una maestra de preescolar. Después entró en el colegio vestido con ropa negra, una máscara y un chaleco antibalas y simplemente abrió fuego sobre los niños, 18 de los cuales murieron en el momento y otros dos en camino al hospital. También asesinó a la directora de la escuela, una psicóloga y a otros cuatro adultos.

Es imposible ponerse en el lugar de las familias de las víctimas e imaginar lo que están sintiendo. Lo mismo vale para quienes sobrevivieron, niños y adultos. No hay palabras.

Sin embargo, hay quienes sí tienen palabras. Bryan Fischer, conductor de una radio cristiana, blogger, activista y director del área Análisis de temas de la American Family Association, tiene esto para decir:


Aprovechar esta tragedia para hacer campaña en contra del laicismo es lamentable, pero es a lo que las religiones organizadas nos tienen acostumbrados. A continuación, el texto traducido con mis comentarios en negrita entre corchetes:

La pregunta va a surgir: "¿Dónde estaba Dios? Yo pensaba que a Dios le interesaban los niños pequeños, que dios protegía a los niños pequeños. ¿Dónde estaba Dios cuando pasó todo esto?" [Sí, esa pregunta va a surgir entre quienes creen eso. Los que no creemos, no nos preguntamos algo tan obvio.] Y la conclusión es la siguiente: Dios no va a ir a donde no lo quieren. [Esa es su conclusión, y francamente es estúpida.] Desde 1962 -y ya llevamos 50 años en esto- hemos estado diciéndole a Dios que se pierda. Diciéndole "No te queremos en nuestras escuelas, no queremos rezarte en nuestras escuelas, no te queremos rezar antes de los partidos de fútbol, no queremos que nadie hable de ti en los discursos de graduación, no queremos que nadie hable de ti, no queremos que tu palabra sea leída en las escuelas." En 1962 sacamos los rezos de las escuelas, en 1963 sacamos la palabra de Dios de las escuelas, en 1980 sacamos los diez mandamientos de las escuelas. [Sí, y está perfecto que así sea. En un Estado laico, en un país donde se garantiza la libertad de culto, no puede haber clases de cristianismo en las escuelas públicas. Eso no sería garantizar la libertad de culto, sino garantizarle a una sola religión la libertad de indoctrinar chicos.] Sacamos a Dios de nuestras escuelas públicas y creo que Dios nos diría: "Hey, estaría feliz de proteger a sus niños, pero primero me tienen que invitar de vuelta a su mundo. No voy a ir donde no me quieren. Soy un caballero." [Si ese dios existe y piensa eso, me alegro de no creer en él. Ese dios no sería un caballero, sería un caprichoso, un sádico que se divierte creando seres mortales e imperfectos, dándoles libre albedrío y castigándolos cuando no hacen lo que él quiere o dejando que sufran y mueran cuando no lo adoran. Caprichoso y sádico. Si existiera.]

Saben, cuando yo iba a la escuela primaria teníamos rezos en las escuelas y no necesitábamos armas. Lo voy a repetir: en la época en que teníamos rezos, Biblia y los diez mandamientos en las escuelas no necesitábamos armas. Así que voy a sugerirles como solución definitiva, que el problema no es la segunda enmienda [que otorga a los ciudadanos estadounidenses el derecho a portar armas], sino la primera, que garantiza el libre ejercicio de la religión. [Que dos cosas sucedan al mismo tiempo, o una después de la otra, no implica necesariamente que estén relacionadas ni que una sea la causa de la otra. Los creyentes inventan estas relaciones para adaptar los hechos a sus teorías. Si esto fuera cierto, no necesitaríamos policías; bastaría con sentarnos a rezar para que no haya ningún crimen. Por otro lado, en el pasado hubo incontables guerras -dos de ellas a escala mundial-, masacres, genocidios, holocaustos, etcétera. ¿Entonces? ¿La gente no rezaba lo suficiente? Este argumento tan falaz como aborrecible, no tan distinto del del karma (que es algo así como "en otra vida hizo cosas malas, por eso en esta tenía que sufrir"), lo suelen usar casi como justificativo cuando cualquier alguna desgracia le sucede a ateos, laicistas, homosexuales, o a cualquiera que a los católicos no les simpatice. "No rezaban, por eso un loco los mató." "No eran lo suficientemente temerosos de Dios, por eso acurrió el terremoto." "Estaban a favor de los gays, por eso el huracán devastó su ciudad."]

Es hora de volver a poner un poco de ese libre ejercicio de religión de vuelta en nuestras escuelas públicas [Querrá decir un poco de catecismo.] y quizás es hora de que algunos administradores escolares digan "no nos importa. Las vidas de nuestros niños son muy importantes. Vamos a rezar en las escuelas, al empezar el día, vamos a rezar por protección [Claro, seguro que rezando se van a terminar la violencia, las injusticias, el hambre, los desastres naturales y el reggaetón...], y no me importa lo que diga la Corte Suprema, no me importa lo que nadie diga, nuestros niños son demasiado importantes para nosotros como para dejarlos vulnerables, sin pedirle a Dios por su ayuda y su protección." [Lo que está diciendo es, "No me importan las leyes y no me importa en qué crean los demás. Yo creo esto y quiero imponérselo a la fuerza a todos." Sí, se nota que está a favor de la libertad de culto.]