miércoles, 23 de enero de 2013

Moralidad, de Stephen King

"No estoy afirmando haber vivido sin pecado. En absoluto. Aquellos que puedan decir (y supongo que existen unos cuantos) que nunca han pecado de acción ni de palabra, rara vez dicen que nunca han pecado de pensamiento, ¿cierto? La Iglesia cubre todas las fisuras. Nosotros ofrecemos el cielo y luego hacemos a la gente comprender que no existe esperanza de alcanzarlo sin nuestra ayuda... Porque nadie está libre de pecado. Y el pecado se paga con la muerte."
Reverendo George Winston - "Moralidad", de Stephen King

"Moralidad" es un cuento corto en el que King explora, una vez más, el concepto de pecado y sus consecuencias sobre el comportamiento de las personas. El reverendo Winston, parcialmente paralizado, decide que no puede morir sin pecar al menos una vez. Haber pecado "de pensamiento" no le alcanza, necesita algo un poco más fuerte, algo que realmente le haga sentir que ha cometido una falta grave. Como su situación física no se lo permite, decide contratar a su fisioterapeuta para que lo haga por él.  

***Alerta de Spoilers*** Winston le encarga que golpee a algún niño con suficiente fuerza para que éste sangre. Los detalles los deja a su criterio, pero él debe ver el acto en video y quedar satisfecho. Según el reverendo, el pecado cometido sería doble para él, ya que fue quien lo encargó. La enfermera y su marido no son creyentes, por lo que las consecuencias para sus "almas inmortales" no les preocupan, pero sí pasan días debatiéndose entre lo inmoral del pedido del sacerdote y el hecho de que su oferta les ayudaría a salir de su difícil situación económica.

La historia trata de cómo ella y su marido deciden si aceptar o no semejante tarea y cómo cambian sus vidas luego del hecho (sí, 200.000 dólares influyen bastante en su decisión).


sábado, 19 de enero de 2013

Con un ala y una plegaria

On a wing and a prayer es una frase popular en inglés que se puede traducir como "sobre un ala y una plegaria". Aparentemente, tiene su origen en una película de 1942 que trata sobre un grupo (real) de pilotos voluntarios llamado los Flying Tigers (Los Tigres Voladores) que peleó contra los japoneses antes de la Segunda Guerra mundial. En un momento dado, John Wayne -protagonista de casi todas las películas de esa época- pregunta a alguien si hay noticias sobre un avión, a lo que le contestan: "Sí, señor. Fue atacado por los japoneses. Viene volando sólo con un ala y una plegaria." 

Al año siguiente, los escritores de canciones patrióticas Harold Adamson y Jimmy McHugh usaron esa frase para una nueva canción, "Coming in on a Wing and a Prayer", que habla de un avión de guerra dañado tratando de volver a su base. La canción se popularizó y no pasó un año para que Hollywood decidiera sacar provecho de aquella frase -y la canción- para darle título y argumento a una nueva película. A esta no la protagonizó Wayne, sino Don Ameche (uno de los viejitos de Cocoon), y se desarrolla en el comienzo de la Segunda Guerra, poco después del ataque a Pearl Harbor.. 

Hoy en día, la frase se usa habitualmente para indicar una condición desesperada, aunque no involucre aviones, e incluso en situaciones mucho más cotidianas o mundanas: "No pude estudiar para el examen, voy con un ala y una plegaria." También originó la expresión Winging it, imposible de traducir de forma literal, que se refiere a hacer algo de forma improvisada o sin mucha preparación.

Los dejo con una canción un poco más moderna -pero no tanto-, que hace uso de esa famosa frase en otro contexto (si no veían esta serie cuando eran chicos, lo lamento por ustedes):


jueves, 17 de enero de 2013

Benny y los ateos



Benny, el emperador
Ah, cómo me divierte analizar las palabras de Benny… Resulta que ahora los ateos en realidad no lo somos tanto, sino que sólo nos decimos ateos por ¿gusto?, ¿locura?, ¿ganas de molestar católicos? No sé, pero se equivoca mal (es una expresión local que significa que se equivoca mucho). En fin, veamos.

Benedicto dice que todos los seres humanos tenemos el deseo de conocer a Dios. Con esto se refiere a su dios, el de Benedicto, claro. Ahora, ¿tiene él mismo deseos de conocer a los dioses de otras religiones? La cuestión tiene relevancia porque así es justamente como se siente un ateo: sin el menor deseo de conocer a los dioses de otras personas. Sus creencias no nos incumben ni nos interesan, hasta que interfieren con nuestra vida, nuestra intimidad o nuestros derechos, al menos.

Entonces, ¿deseará Benny conocer a los dioses olímpicos, a los hindúes, a los africanos, romanos, egipcios, chinos, americanos y tantos etcéteras? No creo. Creo que la sola idea de que pueda haber otros dioses le es totalmente ajena. Y, la verdad, ni siquiera estoy convencido de que él mismo sea tan creyente, pero bueno.

Yo no ardo en deseos de conocer a Dios ni de "ver su rostro". Todo lo contrario. Como dije otras veces, por supuesto que extraño a los que ya no están y me gustaría volver a verlos, saber que están bien, etc, etc, pero esa es una fantasía infantil y ya somos adultos. Dios no existe, Papá Noel tampoco y no hay nada después de la muerte. Pretender lo contrario es sólo una reacción debida a nuestro miedo a aceptar nuestra propia mortalidad, así como la de nuestros seres queridos. También, claro, es un miedo a hacer quedar a quienes nos transmitieron la religión como ignorantes o crédulos y eso es mucha carga para cualquiera. Además, es admitir que tantos años hemos creído algo erróneo, así que nosotros también quedaríamos como tontos. Pero creer algo erróneo no nos transforma en tontos, el no querer admitir la posibilidad de estar equivocados, posiblemente sí. Volviendo a lo de conocer a Dios, si bien no creo que exista, en caso de que así fuera, la verdad es que no me encantaría conocerlo. Los motivos sobran.
 
El posible rostro de Jesús, junto al no tan posible
Siguiendo con el discurso de Benny, se la pasa hablando del amor al prójimo cuando la que él preside es una de las instituciones que más ha contribuido a lo largo de los siglos a dividir a las personas en todo el mundo. Habla de seguir a Cristo, pero no lo vemos caminando en sandalias como su supuesto mesías. Sentado en su trono con su cetro, su mitra y sus trajes -todo hecho con oro- muestran una opulencia muy contraria a las prédicas de Jesús. Habla de ver su rostro "en el pobre, en el débil y en el que sufre", cuando a la Iglesia poco le importa el progreso necesario para que deje de haber pobreza y sufrimiento, sino que pregona la reproducción masiva y descontrolada -que aumenta la pobreza- y está generalmente en contra de cualquier avance científico que no pueda explicar, que contradiga sus Escrituras o que signifique que la humanidad tenga algo que agradecer a alguien que no sea Dios. Dicho sea de paso, la posible fisonomía de Jesús (Jesús es Dios, Dios es Jesús, eso siempre me confunde) es muy distinta según a quién le preguntemos. Difícilmente haya tenido tez blanca y ojos azules como en las películas, series de TV e imágenes que vemos habitualmente. 
 
Sin embargo, para Benny & friends es suficiente comer un pedazo de pan y vino para, luego de unos pases mágicos, convertirlos en el ¿cuerpo? de Cristo y así, después de ¿comerlo? conocer su rostro. Suena lógico, ¿no? No, no es una secta de caníbales ni un grupo de locos escapados de un manicomio, es la Iglesia más grande del mundo...

Mañana seguimos, a la misma hora y en el mismo canal.

miércoles, 16 de enero de 2013

Dios es un mal padre y un pésimo modelo a seguir

"Si Dios es nuestro padre, no es uno muy bueno que digamos. Los buenos padres no permiten que sus hijos hagan daño a los demás. Las buenas personas no se quedan mirando mientras se cometen actos horribles contra hombres, mujeres y niños inocentes. Las buenas personas no condonan la violencia y el abuso. ¿"Él nos ha dado el libre albedrío", dices? Nuestros hijos también lo tienen, pero nosotros no los dejamos hacer lo que quieran, sino que intervenimos y los guiamos."
Tomado de un artículo escrito por la autora del blog Kids Without Religion.

viernes, 11 de enero de 2013

¿Cable azul o cable rojo? ¿Qué haría MacGyver?

¿Cuál cortar?
Hace poco me reencontré con la película Juggernaut, un thriller setentoso que posiblemente haya sido una de las primeras películas en las que se presenta el dilema que da título a este artículo. Para resumir, un loco pone varias bombas en un enorme barco de pasajeros y pide dinero a cambio de no detonarlas. Los buenos, como no iban a ceder a sus demandas, envían volando a un experto en desactivar explosivos, encarnado por un joven Richard "Dumbledore" Harris, mientras buscan al delincuente por tierra. ***¡Alerta de Spoilers!*** Al final resulta que lo encuentran y le piden que ayude a los del escuadrón antibombas cuando en el barco quedaban dos explosivos, uno en cada extremo del mismo. Harris recluta a un ayudante y van uno a ocuparse de cada aparato. Cuando después de varios pasos logran abrir las bombas, todo se reduce al desde entonces típico blue wire or red wire (o sus otras versiones en verde o amarillo, pero siempre contrastando con el rojo; recuerdo también alguna variación en la que el dilema era entre azul y negro y no se los distinguía bien). El terrorista transpira un poco y grita que corten el cable azul, pero Harris no confía en él y decide cortar el rojo, lo cual termina salvando el día. Hasta ahí todo bien, mucho suspenso y al final, "¡Puff, nos salvamos!". El problema es que Harris no le avisó lo que iba a hacer a su compañero, que iba siguiendo sus pasos por micrófono y auricular en la otra punta del barco. Si Harris se equivocaba y cortando el rojo volaba por los aires, su colega pensaría que había obedecido y cortado el azul, así que él también cortaría el rojo y también explotaría todo. El gran experto en bombas debería haber avisado que iba a cortar el rojo -recordemos, en contra de las indicaciones de quien armó las bombas-, de manera que si la estrategia le fallaba al menos se aseguraba de que la otra bomba sería desactivada.

MacGyver y una bomba un tanto estrambótica
No sé si algún crítico notó este error en aquella época, pero unos 12 años después, MacGyver se ocupó de corregirlo. Era típico en la serie tomar "prestados" argumentos y hasta escenas de algunas películas (como Marabunta o La Estafa Maestra) y adaptarlas para darle forma a una nueva aventura de nuestro héroe. En el episodio 14 de la primer temporada de la serie, titulado "La cuenta regresiva", la historia es la misma que en Juggernaut: el barco, las bombas, el terrorista, el experto que llega en helicóptero, etc. La diferencia: Mac pierde el bolso con las herramientas para desactivar explosivos y debe arreglárselas con su cerebro, cualquier cosa que tenga a mano y, como siempre, su cortaplumas suizo. La bomba era mucho menor realista que la de la película, con desafíos que parecían especialmente pensados para MacGyver. Éste zafa tirando bastante de la cuerda de lo creíble, pero así era habitualmente. Al fin y al cabo, era una serie casi para chicos. Al encontrarse él también con el consabido dilema, Mac también decide desobedecer al criminal y cortar el otro cable, sólo que él sí le avisa lo que iba a hacer a su improvisada ayudante (en este caso la capitana del barco, mucho más linda que Omar Sharif; sí, con Mac casi siempre eran mujeres) para que estuviera prevenida.

Al final, siempre podemos contar con Mac!

martes, 1 de enero de 2013

Qué son los Chemtrails

Todos hemos alzado la vista al cielo alguna vez para ver esas largas "nubes" lineales que algunas veces dejan a su paso los aviones. 

Qué son.

Se trata en realidad de estelas de condensación, que no son más que vapor de agua liberado por el escape de los motores de los aviones, aunque también se pueden formar a partir de los cambios en la presión del aire en las puntas de sus alas. Incluso a veces se pueden se pueden observar los dos fenómenos al mismo tiempo: una estela por cada turbina y otras dos correspondientes a las alas.
 
Este fenómeno físico dio origen a una famosa teoría conspiranoica: los chemtrails

Origen del nombre.

En inglés, estela de condensación es condensation trail o, abreviadamente, contrail. Como para los conspiracionistas no se trata de la condensación de vapor de agua, sino de productos químicos arrojados sobre la población como parte de algún plan maléfico, la llaman estela química, que sería chemical trail, o chemtrail.

Los conspiranoicos se agarran de múltiples supuestas evidencias para respaldar esta teoría.
 
Por qué unas duran más tiempo que otras.

Dos P-38 Lightning con sus estelas de vapor
Una de las causas de alarma para quienes creen en esta teoría es la duración de estas formaciones, ya que insisten en que cada vez permanecen en el cielo por más tiempo. La duración de estas nubes artificiales depende de la temperatura y humedad que haya en el aire a la altura a la que se forman. A menor temperatura (y/o mayor altitud) y mayor humedad, más fácilmente se formará la estela y también durará más tiempo antes de disiparse, por lo que se la verá como una línea muy larga por detrás del avión. Con temperaturas no tan bajas, escasa altitud o poca humedad, la estela quizás no llegue  a formarse y si lo hace desaparecerá más rápido, por lo que la línea detrás del avión será más corta. Así de simple. Nada raro por aquí.

Cuánto hace que existen.

El otro argumento habitual es que estas estelas son algo nuevo, que los aviones "de antes" no hacían eso. Esto es falso. Las estelas existen desde que existen los aviones con motor, ya que todos los motores -incluso los de los aviones más antiguos- producen como residuos dióxido de carbono y agua. Así que, si los aviones de hace varias décadas también producían agua, ¿porqué no producían estelas? Resulta que sí las producían, sólo que como volaban más bajo que los aviones actuales, éstas eran un poco menos frecuentes. Por otro lado, la cantidad de aviones en el mundo crece exponencialmente, lo cual explica por qué se ven cada vez más estelas.

(Por si cabía alguna duda, aquí hay un artículo al respecto publicado en la revista Popular Science, de marzo de 1943.)