lunes, 20 de febrero de 2012

Un viejo conocido: el cáncer


La verdad que hoy iba a escribir sobre otra cosa, pero me decidí a dedicar esta entrada a un viejo conocido de la humanidad: el cáncer.

La palabra se origina del griego karkinos y significa cangrejo. Se la usa para denominar a un género de crustáceos, a una constelación (y su correspondiente signo zodiacal), al trópico del hemisferio norte y, además de otras cosas, a un conjunto de enfermedades, cuyo factor común es la aparición de un exceso de células malignas, de crecimiento anormal, que afectan a los distintos órganos o tejidos, pudiendo formarse o no tumores, según el caso.

Estas enfermedades afectan a personas de ambos sexos, de cualquier edad (aunque la incidencia es mayor en adultos) en todo el mundo. Casi todos los tipos de cáncer tienen tratamiento y algunos tienen cura, es decir, se puede lograr la remisión del cáncer, especialmente si se detecta en forma precoz. Sin embargo, a pesar de los avances médicos, sigue siendo una de las principales causas de muerte en todo el mundo.

Según la Organización Mundial de la Salud, en 2008 7,6 millones de personas murieron a causa del cáncer. Los que más muertes provocaron en ese período fueron el de pulmón, estómago, hígado, colon y mama.

El cáncer suele comenzar en una célula, que en un momento dado se torna tumoral. Esto es causado por la interacción entre factores genéticos del paciente y agentes carcinógenos externos, que pueden ser:

  • Físicos: como las radiaciones ultravioleta e ionizantes;
  • Químicos: como los asbestos, algunos componentes del humo de tabaco, las aflatoxinas (contaminantes de los alimentos) o el arsénico (contaminante del agua);
  • Biológicos: como las infecciones causadas por determinados virus, bacterias o parásitos.

Hipócrates.
Como se puede deducir, llevar una vida lo más sana posible y evitar los factores de riesgo, claramente ayuda a disminuir las probabilidades de contraer cáncer, pero no las elimina por completo, ya que aún quedan los factores biológicos y los factores genéticos. La detección precoz y el tratamiento inmediato son las mejores herramientas para combatir la enfermedad.

Decía que es un viejo conocido nuestro, porque los más antiguos registros de cáncer en humanos fueron encontrados en momias egipcias y peruanas que datan de 3000 años antes de Cristo. Además, el famoso papiro de Edwin Smith, el tratado quirúrgico más antiguo que se conozca, describe ocho casos de cáncer de mama. Fue Hipócrates, alrededor del año 400 a.C., el primero en usar la palabra carcinoma (karkinos, cangrejo; -oma, crecimiento) para describir a los tumores.

Más adelante, a medida que crezca el blog, debatiremos -acaloradamente, supongo- sobre las distintas teorías que achacan a casi cualquier cosa la propiedad de causar cáncer y sobre la efectividad de las llamadas “medicinas alternativas”, entre otras cosas.

1 comentario:

  1. Esa efectividad de las medicinas alternativas se queda corta ante lo complejo que es el tratar el cáncer, claro si se cree que rezando se va curar qué se le puede hacer con los supersticiosos.

    No sabía de dato de antigüedad :O

    Buen artículo, saludos.

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