lunes, 17 de diciembre de 2012

Conclusiones estúpidas y propuestas retrógradas

El 14 de diciembre volvió a ocurrir una tragedia que lamentablemente ya es casi habitual en EEUU: alguien agarró un arma (tres, en realidad) y salió a matar gente. Sólo que esta vez fue en una escuela primaria y, hasta donde supe, murieron 20 chicos de entre 5 y 10 años. 

Adam Lanza, de 20 años, mató primero a su madre, una maestra de preescolar. Después entró en el colegio vestido con ropa negra, una máscara y un chaleco antibalas y simplemente abrió fuego sobre los niños, 18 de los cuales murieron en el momento y otros dos en camino al hospital. También asesinó a la directora de la escuela, una psicóloga y a otros cuatro adultos.

Es imposible ponerse en el lugar de las familias de las víctimas e imaginar lo que están sintiendo. Lo mismo vale para quienes sobrevivieron, niños y adultos. No hay palabras.

Sin embargo, hay quienes sí tienen palabras. Bryan Fischer, conductor de una radio cristiana, blogger, activista y director del área Análisis de temas de la American Family Association, tiene esto para decir:


Aprovechar esta tragedia para hacer campaña en contra del laicismo es lamentable, pero es a lo que las religiones organizadas nos tienen acostumbrados. A continuación, el texto traducido con mis comentarios en negrita entre corchetes:

La pregunta va a surgir: "¿Dónde estaba Dios? Yo pensaba que a Dios le interesaban los niños pequeños, que dios protegía a los niños pequeños. ¿Dónde estaba Dios cuando pasó todo esto?" [Sí, esa pregunta va a surgir entre quienes creen eso. Los que no creemos, no nos preguntamos algo tan obvio.] Y la conclusión es la siguiente: Dios no va a ir a donde no lo quieren. [Esa es su conclusión, y francamente es estúpida.] Desde 1962 -y ya llevamos 50 años en esto- hemos estado diciéndole a Dios que se pierda. Diciéndole "No te queremos en nuestras escuelas, no queremos rezarte en nuestras escuelas, no te queremos rezar antes de los partidos de fútbol, no queremos que nadie hable de ti en los discursos de graduación, no queremos que nadie hable de ti, no queremos que tu palabra sea leída en las escuelas." En 1962 sacamos los rezos de las escuelas, en 1963 sacamos la palabra de Dios de las escuelas, en 1980 sacamos los diez mandamientos de las escuelas. [Sí, y está perfecto que así sea. En un Estado laico, en un país donde se garantiza la libertad de culto, no puede haber clases de cristianismo en las escuelas públicas. Eso no sería garantizar la libertad de culto, sino garantizarle a una sola religión la libertad de indoctrinar chicos.] Sacamos a Dios de nuestras escuelas públicas y creo que Dios nos diría: "Hey, estaría feliz de proteger a sus niños, pero primero me tienen que invitar de vuelta a su mundo. No voy a ir donde no me quieren. Soy un caballero." [Si ese dios existe y piensa eso, me alegro de no creer en él. Ese dios no sería un caballero, sería un caprichoso, un sádico que se divierte creando seres mortales e imperfectos, dándoles libre albedrío y castigándolos cuando no hacen lo que él quiere o dejando que sufran y mueran cuando no lo adoran. Caprichoso y sádico. Si existiera.]

Saben, cuando yo iba a la escuela primaria teníamos rezos en las escuelas y no necesitábamos armas. Lo voy a repetir: en la época en que teníamos rezos, Biblia y los diez mandamientos en las escuelas no necesitábamos armas. Así que voy a sugerirles como solución definitiva, que el problema no es la segunda enmienda [que otorga a los ciudadanos estadounidenses el derecho a portar armas], sino la primera, que garantiza el libre ejercicio de la religión. [Que dos cosas sucedan al mismo tiempo, o una después de la otra, no implica necesariamente que estén relacionadas ni que una sea la causa de la otra. Los creyentes inventan estas relaciones para adaptar los hechos a sus teorías. Si esto fuera cierto, no necesitaríamos policías; bastaría con sentarnos a rezar para que no haya ningún crimen. Por otro lado, en el pasado hubo incontables guerras -dos de ellas a escala mundial-, masacres, genocidios, holocaustos, etcétera. ¿Entonces? ¿La gente no rezaba lo suficiente? Este argumento tan falaz como aborrecible, no tan distinto del del karma (que es algo así como "en otra vida hizo cosas malas, por eso en esta tenía que sufrir"), lo suelen usar casi como justificativo cuando cualquier alguna desgracia le sucede a ateos, laicistas, homosexuales, o a cualquiera que a los católicos no les simpatice. "No rezaban, por eso un loco los mató." "No eran lo suficientemente temerosos de Dios, por eso acurrió el terremoto." "Estaban a favor de los gays, por eso el huracán devastó su ciudad."]

Es hora de volver a poner un poco de ese libre ejercicio de religión de vuelta en nuestras escuelas públicas [Querrá decir un poco de catecismo.] y quizás es hora de que algunos administradores escolares digan "no nos importa. Las vidas de nuestros niños son muy importantes. Vamos a rezar en las escuelas, al empezar el día, vamos a rezar por protección [Claro, seguro que rezando se van a terminar la violencia, las injusticias, el hambre, los desastres naturales y el reggaetón...], y no me importa lo que diga la Corte Suprema, no me importa lo que nadie diga, nuestros niños son demasiado importantes para nosotros como para dejarlos vulnerables, sin pedirle a Dios por su ayuda y su protección." [Lo que está diciendo es, "No me importan las leyes y no me importa en qué crean los demás. Yo creo esto y quiero imponérselo a la fuerza a todos." Sí, se nota que está a favor de la libertad de culto.]

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