Savita Halappanavar |
Savita Halappanavar, de 31 años de edad, ingresó a un hospital de Irlanda con un embarazo de 17 semanas y fuertes dolores. Después de que les informaron que estaban perdiendo el bebé, ella y su esposo solicitaron el aborto, que les fue negado "porque Irlanda es un país católico". Les dijeron que mientras hubiera latido fetal no podrían realizarle el procedimiento. Los dolores continuaron durante tres días, pero el hospital siguió negándose. Finalmente, el corazón del feto dejó de latir y los médicos lo retiraron del cuerpo de Savita, aunque ya era tarde, ya que poco después falleció de septicemia. Ella y su esposo no eran irlandeses ni católicos, sino hinduistas.
Bronca, bronca, bronca.
ResponderEliminarMás aún pensando que ella ni siquiera era católica.
Y aunque hubiese sido católica, debería haber podido elegir que tratamientos recibir.
O sea, llana y sencillamente, el derecho a sobrevivir.
Y a esto le llamaríamos "primer mundo" o "mundo occidental"...en Italia mismo (es mi país), el derecho al aborto existe (dentro de ciertos limites sensatos) pero es difícil practicarlo por la connivencia entre hospitales/médicos y la iglesia...