viernes, 4 de mayo de 2012

En el nombre del Padre (Zeus), el Hijo (Mitra) y el Toro



Mitra matando al toro
Hace poco alguien me contaba que el cristianismo debe su proliferación desde la época del Imperio Romano a la madre del emperador Constantino. Me puse a investigar un poco a ver qué tan cierto podía ser eso, y parece ser que, si bien la afirmación puede ser un poco exagerada, quizás no esté tan lejos de ser cierta.

En aquellos tiempos, el cristianismo competía con otros cultos, denominados paganos. Uno de los más importantes, era el mitraísmo. El culto a Mitra, el dios persa de la luz solar, era una religión mistérica, que son aquellas cuya práctica y ritos de iniciación se mantienen en secreto, sin ser revelados a terceros. Generalmente son practicadas sólo por varones y suelen tener un carácter esotérico.

Excavaciones iniciadas en 1857 bajo la iglesia de San Clemente, en Roma, mostraron que estaba construida sobre una iglesia paleocristiana del siglo IV, y ésta, a su vez, sobre un templo dedicado a Mitra. Por los hallazgos arqueológicos, se sabe que era una religión de origen persa, cuyo origen puede remontarse hasta el Milenio II a.C. Fue introducida en el mundo romano al ser traída por las legiones, primero desde la India y después desde Siria, hacia el año 62 a.C., aproximadamente. Sobrevivió hasta que, junto con todas las religiones paganas, fue declarada ilegal por Teodosio en el 391.

En 1903, el erudito belga Franz Cumont publicó el libro “Los misterios de Mitra”, que llevó a la Escuela de la historia de las religiones a concluir que el mitraísmo había influenciado algunas prácticas del incipiente cristianismo. Con el tiempo, esto provocó que en ambientes más populares que académicos se forme una leyenda urbana muy elaborada sobre un presunto nacimiento virginal de Mitra, así como de su supuesta muerte y resurrección, intentando establecer un paralelismo entre Mitra y Jesús de Nazaret. Esta hipótesis no tiene fundamento histórico, y no se corresponde con los datos que se tienen sobre el Mitraísmo.

Un dato que sí es correcto es que todos los dioses asociados con el Sol, como Mitra, comparten la misma fecha de “cumpleaños”, correspondiente al solsticio de diciembre, erróneamente tomada en aquel entonces como el día 25, ya que en realidad es el 21. En esta fecha se encendían fuegos para celebrar el regreso del Sol (Sol Invictus), porque desde ese momento los días empezaban a alargarse, hecho que se asociaba a un triunfo del Sol sobre las tinieblas. La diferencia es que en el caso de Jesús, esta fecha de cumpleaños se le asignó por motivos políticos: en el siglo IV, 300 años después del comienzo de la Cristiandad, la Iglesia Católica decidió eliminar esta festividad pagana situando en esa fecha la Natividad de Jesucristo, dándole el mismo carácter simbólico (el renacer de la esperanza y la luz en el mundo).

El sacerdote, teólogo católico, filósofo e historiador francés, Alfred Loisy, publicó en 1919 sus estudios sobre el origen del cristianismo en un libro llamado “Los misterios paganos y el misterio cristiano”. En él, Loisy realizó una discusión profunda y minuciosa de los testimonios sobre las religiones de los misterios paganos y su influencia en los orígenes históricos del cristianismo. Según Loisy, el cristianismo, en sus primeras épocas, fue una economía de salvación análoga a los cultos paganos, frente a los cuales rivalizó durante mucho tiempo. Los primeros pensadores cristianos fueron judíos helenizantes que vivían en un mundo pagano, por eso sus primeras teorías tienen una base teórica judía mezclada con algunos rituales propios del paganismo, de forma que el cristianismo resultante es una adaptación de los elementos esenciales de los cultos mistéricos paganos al monoteísmo judío de esos siglos.

El culto a Mitra resultó especialmente atractivo para las tropas romanas, que admiraban sus ceremonias machistas. El triunfo sobre la muerte, así como el autocontrol y resistencia sobre los placeres sensuales, eran especialmente apreciados entre los rangos militares romanos. Se puede especular que este aspecto del mitraísmo dio origen al celibato cristiano.

Algunas de las principales similitudes entre el mitraísmo y el cristianismo:

• El mitraísmo tenía rasgos de profundo simbolismo moral.
• Era un culto totalmente cerrado, una cofradía, como el cristianismo de los primeros siglos, con sus agrupamientos exclusivos y su culto secreto.
• El secreto del mitraísmo no era la fe sino los ritos de sacrificio y mitos de sacrificio, al igual que en cristianismo, con Cristo entregado a la muerte para borrar los pecados de los hombres.
• No se admitían mujeres, que, si bien podían rezar, no podían participar en las funciones del culto.
• Los reyes honraban a Mitra, lo tomaban como testimonio de sus juramentos (tal como se hace hasta hoy con los juramentos “en nombre de Dios”, o sobre la Biblia o los Evangelios) y lo invocaban en los combates (esto en realidad es común a todas las religiones, ya que en todas las guerras uno o ambos bandos piden a su dios que los ayude a ganar).
• La Trinidad cristiana (a diferencia del dios único del judaísmo) -Padre, Hijo y Espíritu Santo- se asemeja a la trinidad del mitraísmo: el Padre (Zeus-Ormazd), Mitra y el toro.
•El dios Zeus griego, que es el Ormazd persa, era el dios Padre supremo, pero Mitra era el verdadero objeto de la religión. El grado supremo del dios era el de Padre, cuya dignidad correspondía a la de Mitra en el Cielo, de forma similar a Jesús y su Padre, Dios.
• Al igual que sucede en las descripciones habituales de Jesús, el joven dios Mitra era hermoso, valiente, puro y enseñaba una moral austera que él mismo practicaba.
• Al igual que el salvador cristiano, Mitra era un dios salvador y sufriente.
• El mito del sacrificio del toro (sacrificio simbólico durante el rito) a manos de Mitra tenía como finalidad la redención e inmortalidad de los adeptos. Sobre el sacrificio del toro (representando a Mitra) reposaba el equilibrio del mundo y la salvación de los hombres.
• El banquete ritual de los fieles de Mitra tenía similitudes con la eucaristía cristiana:
Fracción del pan (G. Sfasie)

  • Es probable que a veces se sacrificaran toros reales, pero no se comía su carne.
  • La bebida sagrada (según algunos era agua y según otros era vino), que representaba la sangre del toro, era la sustancia del toro místico y divino que era Mitra. Se consumía (simbolizada en la bebida sagrada) junto con la ofrenda del pan durante la cena o eucaristía mítrica.
  • La sustancia del toro divino estaba en el pan de la cena de los iniciados, tal como estará la sustancia de Cristo en el alimento de los bienaventurados.
  • Luego de la celebración de la oblación del pan aparecía una imagen de la resurrección de Mitra.
  • La intención del rito era la misma: el Soldado se consagraba a Mitra, como el cristiano a Cristo.
• El culto de Mitra conocía la semana con consagración de los siete días a las siete divinidades planetarias, pero, a diferencia del judaísmo (y al igual que el cristianismo), santificaba el día del Sol, el domingo, y no el sábado.
• El sacerdote era un iniciado del grado superior, un Padre, que llevaba un gorro frigio, una vara y un anillo, muy similares a la mitra, el báculo y el anillo de los obispos cristianos (sí, el “sombrero” de los obispos también se llama mitra).
• Mitra también bautizaba a sus creyentes y prometía la expiación de los pecados por el efecto del baño. Sólo en este culto se unía al bautismo la imposición de un signo en la frente, como en la Iglesia cristiana.

Hacia el año 274, el mitraísmo se había fusionado por sincretismo con otros cultos solares orientales, originando una religión nueva, el Sol Invictus. El emperador Aureliano decidió entonces establecer este nuevo culto como religión oficial en el Imperio, en honor al cual erigió un gran templo y creó un cuerpo estatal de sacerdotes para rendirle culto, cuyo máximo dirigente llevaba el título de pontifex solis invicti. Desde ese momento, a pesar de seguir existiendo como culto no oficial y ser profesado incluso por muchos de los senadores romanos, el mitraísmo original se encontraba ya en decadencia. Una de las causas era la pérdida de territorios fronterizos, donde el mitraísmo estaba más arraigado, a manos de invasiones bárbaras. La otra gran causa, quizás la principal, fue el apoyo de Constantino al cristianismo, influenciado probablemente por su madre, Helena, que provenía de una familia cristiana.

Constantino y Helena

Constantino dio un gran poder a los cristianos, una buena posición social y económica a su organización, concedió privilegios e hizo importantes donaciones a la Iglesia, apoyando la construcción de templos y dando preferencia a los cristianos como colaboradores personales.

Con el Edicto de Milán, Constantino legalizó la religión cristiana en 313 y, a partir de ése año, se llevan a cabo una serie de acciones para favorecerla:

· En el 314, en el Concilio de Ancyra, se denuncia el culto a la diosa Artemisa.
· Entre el año 315 y el siglo VI muchos templos paganos fueron destruidos por los cristianos y sus sacerdotes fueron asesinados, al igual que miles de creyentes. También se prohibió la construcción de nuevas estatuas de los dioses paganos y que se rinda culto a las existentes.
· En 325 Constantino ordena el primer Concilio de Nicea con el propósito de construir la unidad de la Iglesia cristiana. Después de dos meses de debate religioso, Constantino inclinó finalmente la balanza a favor de los que proclamaban a Jesús como único Dios.
· Constantino ordenó la destrucción de todas las imágenes de los dioses y la confiscación de los bienes de los templos. Muchos de esos tesoros y estatuas fueron usados para decorar su Nova Roma (Constantinopla), su nueva capital del Imperio romano.
· En el 391, el mitraísmo quedó formalmente prohibido.

Es así que durante el siglo IV el cristianismo desplazó a todos los demás cultos hasta convertirse en la única religión oficial del Imperio con Teodosio. Tanto Juliano como Eugenio hicieron algunos intentos de revitalizar el culto de Mitra, pero sin demasiado éxito.

¿Cómo habría sido la historia, si Constantino hubiera decidido apoyar al mitraísmo en lugar del cristianismo?

4 comentarios:

  1. Ok, Maxi, me encanta tu blog. Es tajante, divulgativo y sincero; por ende, no puedo negar su calidad ya que cumple los requisitos que yo mismo, en un éxtasis de egoísmo, estatuí. Lamentablemente, mi exiguo tiempo no me permite mantener un blog escéptico, pero tengo uno vigente llamado ''La joven perfidia'', cuando puedas lee alguna entrada(¡me reduzco a ser un SPAM, coño!).

    ¿Sos de Rosario? Pues yo también y quisiera que le echaras una mirada a la escuela secundaria de enseñanza media Padre Jorge Berti, donde asisto, para enajenarte con la necedad que cometen al enseñar el psicoanálisis como escuela fiable y el catecismo como materia. Pese a su nombre, la escuela afirma ser laicista ¬¬.

    Bue, nada mas; es que no tengo los cojones para escribir en mi blog xD. Seguí esforzándote y viva esta especie de incipiente brigada escéptica argentina.

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  2. Gracias por tus comentarios, Matsuo! Si te interesa el escepticismo, date una vuelta por el blog del Círculo Escéptico Argentino: http://circuloesceptico.com.ar/
    Podés seguirlo también por Facebook: https://www.facebook.com/circuloesceptico
    Si te gusta escribir, no dejes de hacerlo!
    Un abrazo!

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  3. La Navidad (latín: nativitas, «nacimiento») que celebra el nacimiento de Jesucristo en Belén, es una de las fiestas más importantes del cristianismo -junto con la Pascua y el Pentecostés-. Las fiestas de la Navidad se proponen, como su nombre indica, celebrar la Natividad (es decir, el nacimiento) de Jesucristo. Los angloparlantes utilizan el término Christmas, que significa ‘misa (mass) de Cristo’. En algunas lenguas germánicas, como el alemán, la fiesta se denomina Weihnachten, que significa ‘noche de bendición’. La fecha de Navidad, el 25 de diciembre, tiene una larga historia. Sexto Julio Africano, en su obra “Chronographiai”, escrita antes del 221 después de Cristo (d.C.), propuso que la fecha de la Anunciación (es decir, la concepción de Jesucristo mencionada en Lucas 1:26) fuese el 25 de marzo (igual fecha de su Pasión y Muerte). Esta fecha propuesta de la Anunciación aún carece de argumentación histórica y ha sido lo que sustenta el concepto que Jesucristo podría haber nacido 9 meses después, o sea, el 25 de diciembre, fecha muy cercana con la celebración del culto a Mitra, antigua divinidad pagana de origen persa, adoptada por legionarios romanos desde el año 62 antes de Cristo (a.C.), cuyo culto se remonta a más de mil años a.C., que celebra el nacimiento anual del dios Sol en el solsticio de invierno del hemisferio norte, conmemora que el invierno ha llegado a su ecuador y que pronto vendrá el renacer de la primavera, el cual fue luego asumido con el nombre de Deus Sol Invictus, desarrollado con el nombre de Dies Natalis Solis Invicti, y finalmente asimilado por la Iglesia Católica en el tercer siglo d. C. para lograr la conversión de los pueblos paganos, pues era la fecha tradicional de la fiesta invernal pagana. Dicha fecha empezó a usarse institucionalmente para la celebración del nacimiento de Jesucristo, desde aproximadamente el año 336 d.C., alrededor de un siglo antes de la caída de Roma, y dos siglos antes de iniciarse el uso del calendario cristiano, ocurrido luego del año 525 d.C, cuando el Papa Bonifacio IV le pidió al monje Dionisio el Exiguo que diseñara un sistema para calcular la fecha de la Pascua, quien empezó a basar sus cálculos en ubicar la fecha asumida del nacimiento de Jesucristo como su punto de referencia, calculando que Jesucristo nació el año de 753 AUC (Ab Urbe Condita, desde la fundación de Roma), considerando el año de 754 AUC que apenas comenzaba, como el año 1 d.C., iniciando de esta forma, el uso del sistema a.C. (antes de Cristo) y d.C. (después de Cristo), que partiría con una variedad de cálculos erróneos, provocados entre otros, por la ausencia del uso del cero en los números romanos, puesto que no se adoptaría hasta en siglos posteriores, con la introducción del uso de los números arábigos. No obstante, el sistema de Dionisio no fue aceptado en aquella época, sino que en siglos siguientes, luego de ser asumido por diversos pueblos, hasta convertirse en el sistema predeterminado de facto. Tiempo después, se descubrió que este sistema era inexacto, puesto que Dionisio había calculado erróneamente el año del nacimiento de Jesucristo, al establecer el año inicial de la era d.C., entre 5 y 7 años después del que debía, o sea que el posible nacimiento de Jesucristo está entre el año 5 a.C. y 7 a.C. A pesar de ello, este sistema aún no ha podido ser cambiado, porque ya había sido aceptado por la mayoría del mundo conocido, y porque sería muy difícil promover otro cambio tan radical.

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  4. "¿Cómo habría sido la historia, si Constantino hubiera decidido apoyar al mitraísmo en lugar del cristianismo?" Pues, probablemente mejor de lo que alguien pueda imaginar, sin Santas Inquisiciones, cruzadas ni conquistas sangrientas (como sucedió en lo que hoy conocemos como tierra de los antiguos nativos del llamado < Nuevo Mundo>), ni otras fatalidades que le siguieron a la cadena histórica debido a la metida de pata que tomó el emperador romano de turno; ningún fanático del romanismo hoy día puede asegurar que el mundo no pudiese llegar a estar mejor si Constantino no hubiese tomado tal decisión ,,, hasta Cristo predijo los males que le seguirían al mundo en épocas subsiguientes en las cuales palabras no se aspecta algo positivo relacionado con tal decisión ni obra del gobierno de Constantino ni de sus sucesores Constante o Sonante, ni siquiera de sus futuros sucesores de la corona real, los papistas < Católicos, Apostólicos y Romanos >; pero ,,, como suele decirse : y no tiene vuelta atrás.

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