jueves, 10 de mayo de 2012

¿Por qué vemos fantasmas por todos lados?


Logo de los Cazafantasmas
Los fantasmas forman parte de nuestra cultura. Son protagonistas de cientos de películas: desde las de aventuras, como la emblemática Los Cazafantasmas, pasando por las románticas, como Ghost, comedias, como Casper o Beetlejuice, o las de terror, como Poltergeist. Las librerías también están invadidas por ellos: en las novelas de Stephen King, Clive Barker o Henry James, entre muchos otros. Los encontramos también en los cuentos para chicos, en los dibujos animados, series de televisión, etcétera.

No debería sorprendernos, entonces, que los “veamos” en cada rincón oscuro, en las calles en sombras o en casas abandonadas. Es casi habitual que alguien asegure haber visto un espíritu deambulando por un parque o una forma humana flotando en un cementerio, o dando vueltas en una silla de ruedas, como ocurrió hace pocos días en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA), de Rosario.
 
También es frecuente que la gente crea ver formas humanas en partes borrosas de fotos antiguas o en objetos desenfocados en alguna filmación. En estos casos, casi seguro alguien afirmará que es un fantasma: dirán que es un hijo recientemente fallecido (a veces, inluso, a pesar de que haya mejores explicaciones dadas por las personas que tomaron la foto), algún habitante de la casa en la que se tomó la fotografía que murió hace décadas, una persona asesinada que espera justicia, Jesús -nunca falta- o el mismísimo Elvis (esto, claro, en Estados Unidos: en Argentina no somos de ver a Gardel o a Sandro por todos lados, aunque, pensándolo bien, démosle tiempo).
 
Fotografía tomada por empleados del HECA
Las explicaciones posibles son muchas. Nuestro cerebro busca formas reconocibles en lo que vemos y, si no las encuentra, se las asigna él mismo. Este efecto se conoce como pareidolia, y hace que “veamos” formas humanoides, rostros, u objetos conocidos donde en realidad sólo hay formas abstractas. Por ejemplo, cuando vemos luces o sombras que puedan tener formas humanoides. Hay casos en los que, bajo determinadas condiciones, incluso nuestros propios ojos pueden engañarnos. Nuestra mente cansada después de un día largo puede inventar que vimos algo, nuestra memoria puede fallar y nuestra imaginación llenará los huecos.

Otra cuestión a tener en cuenta es la perspectiva, que puede generar ilusiones ópticas y convencernos de que estamos viendo algo que, si pudiéramos observarlo desde un ángulo distinto, quizás veríamos que en realidad no existe.
 
El "fantasma" era un chico en un reflejo
Sin embargo, cuando noticias de este tipo aparecen en los medios, lo más habitual es que se tome la palabra de los “testigos”, sin hacer demasiado análisis ni buscar otras explicaciones. Los periodistas, en muchos de estos casos, no confrontan a los protagonistas de estas historias, ni hacen una investigación detallada de los hechos o las circunstancias en que se dieron. Supongo que esto es porque no se les da mucha importancia, pero sí la suficiente como para difundir la noticia. Las veces en que sale a la luz la verdadera explicación de estos acontecimientos, no se le da a esa noticia la misma importancia que a la anterior. Si era un error, una ilusión o simplemente un engaño, difícilmente nos enteraremos.

1 comentario:

  1. ¡Excelente artículo! :D Y totalmente cierto. Yo sinceramente no creo en fantasmas desde hace muchísimos años. Me llamó la atención la de la mujer en la silla de ruedas porque cuando era pequeña ya había visto a esa misma mujer en un libro sobre cosas paranormales; en aquella ocasión el supuesto fantasma aparecía en un cementerio. Ésta es la foto original: http://www.chicagonow.com/chicago-quirk/files/2011/10/02-e1319231325185.jpg Lo que es no tener vergüenza. xD

    ¡Un saludo y excelente blog! :)

    ResponderEliminar

Todos los comentarios son bienvenidos. Si entrás como anónimo, por favor dejá algún nombre o seudónimo.

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.